
¿Por qué nos hicimos ajedrecistas?
Esta mañana me he sentado en el salón de mi casa acompañando a mi padre. Yo quería hablarle de alguna idea rara que tengo en la cabeza para saber su opinión, y aunque él estaba con el ordenador se lo he comentado. Simplemente quería que alguien me escuchara… pero, de repente, he visto su mirada. No había oído nada de lo que yo le había dicho. Sus ojos se movían rápido, visualizando la pantalla. »