Fortalezas y otros planes defensivos en ajedrez

Según el Diccionario de la Real Academia, la palabra fortaleza tiene 6 definiciones, de las cuales para este texto pueden encajar las siguientes:

  1. Defensa natural que tiene un lugar o puesto por su misma situación

  2. Recinto fortificado, como un castillo, ciudadela, etc.

En el ajedrez podemos aplicar estas definiciones a las ubicaciones de piezas del bando en desventaja que impiden el progreso del jugador rival

En el artículo se hablará de algunas de las fortalezas más importantes de la teoría del ajedrez, así como de algunas situaciones que podrían parecer fortalezas inexpugnables, pero existen resquicios a través de los cuales pueden derribarse. En este texto será recurrente la palabra zugzwang. Podríamos definir este término de la siguiente forma: “si las reglas del ajedrez permitiesen no mover nada durante un turno, esa jugada sería, con diferencia, la mejor disponible”. Es decir, el hecho de mover cualquier pieza de la ubicación que ocupa va a perjudicar al jugador. La siguiente posición supone un importante zugzwang recíproco, en el que el jugador con el turno perderá la partida.

En la posición del diagrama, el bando con el turno de juego pierde su peón y la partida.

El hecho de dejar al rival en situación de zugzwang es una de las técnicas más importantes a la hora de asediar y derribar fortalezas.

Introducción

La historia de este artículo comienza en el Campeonato Regional por Equipos de 2016, más concretamente en el encuentro entre los clubes de Tomelloso y Tarazona. Con el marcador del match igualado 1’5-1’5, únicamente restaba por decidirse la partida entre Juan Campayo (Tarazona, con piezas blancas) y Eduardo López (Tomelloso, con piezas negras). Tras una dura lucha, en la que Eduardo tuvo una buena ventaja en algunos momentos, la partida se complicó y se llegó a una posición en la que Campayo tenía una dama contra un caballo y un alfil de Eduardo. En la mayoría de los casos, ese final tiene un resultado favorable para el bando que tiene la dama, pero hay una posición en la que el bando débil puede obtener el empate mediante la construcción de una fortaleza en los rincones del color del alfil, descrita por Karstedt, en el año 1903 (ver siguiente diagrama).

Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pág. 340.

En esta situación, lo único que tiene que hacer el negro para asegurar el empate es oscilar con el rey o el alfil alrededor del rincón, sin mover el caballo, de manera que se mantiene una barrera formada por las casillas a6, b6, c6, c7 y c8, que no puede ser rota por zugzwang e impide al rey blanco colaborar en el ataque a su colega negro. Eduardo no conocía ese esquema, lo que le acabaría conduciendo a una derrota en la partida y, a la postre, en el encuentro. Tras la partida, comenté esta formación a ambos jugadores.

Para mi sorpresa, hace unos días vi un vídeo de una partida a ritmo relámpago entre Boris Gélfand y Peter Svídler (dos jugadores de élite) de hace unos años, en la que Gélfand tuvo la oportunidad de usar el anterior esquema para empatar esa partida y no la aprovechó (en su descargo, hay que señalar que se encontraba en un tremendo apuro de tiempo).


Algunas fortalezas importantes:

Una vez introducidos los antecedentes, describiré a continuación algunas de las situaciones en las que en el ajedrez se pueden construir fortalezas inexpugnables. Empezaré por aquellas situaciones en las que el bando débil únicamente conserva su rey, si bien, en este caso, las situaciones de fortaleza vienen dadas casi exclusivamente por la presencia de peones de columna de torre que no pueden llegar a coronar, en las que el rey débil puede oscilar con seguridad en torno al rincón en el cual corona el peón. Los siguientes diagramas muestran ejemplos de estas situaciones.

Típica posición de “peón de torre malo”.

El rey blanco no puede acercarse a defender el peón, por lo que el caballo no puede liberarse de esa tarea mientras el rey negro oscila entre g7 y h8.

Conforme aumenta el material del que dispone el bando en desventaja, también lo hace la complejidad de algunas fortalezas. Comenzaré describiendo una fortaleza que sufrí en un campeonato provincial de deporte base de Ciudad Real, allá por el año 2002, en la que únicamente quedaban peones por ambas partes. En la partida del siguiente diagrama, jugando con negras y un peón de ventaja, no vi nada más natural que cambiar las piezas, sin darme cuenta de que ese cambio modificaba la estructura de peones de tal forma que mi rey no podía progresar, lo que permitió al blanco empatar con comodidad.

Posición tras 59.Re2”.

Posición tras 60.axb4.”.

El diagrama de arriba supone un tipo de fortaleza en el que la estructura de peones no permite a los reyes penetrar en el campo contrario, con lo que el empate es inevitable. Por ello, cuando se tiene ventaja, hay que tener cuidado con la potencial aparición de fortalezas a la hora de cerrar una posición. En el match por el título mundial entre el noruego Magnus Carlsen y el ruso Sergey Karjakin, disputado en Nueva York durante 2016, hubo un momento crítico relacionado con las fortalezas por cerrar en exceso una posición. En la partida 4 del encuentro, Carlsen consiguió una posición superior con las piezas negras, llegándose a la situación del siguiente diagrama tras la jugada 45.Cd1 por parte de Karjakin.

Posición tras 45.Cd1.

En esta situación, el jugador noruego jugó 45…f4, pasando el peón, pero cerrando en exceso la posición, lo que permitió a Karjakin construir una formación con su alfil en d4 y su caballo en f2 que resistió todas las embestidas de las piezas negras. En lugar de avanzar su peón f, una jugada como 45…Ae6, manteniendo abiertas todas las opciones con los peones del flanco de rey, hubiese permitido a las negras unas mayores posibilidades de lograr la victoria. Dejando de lado las posiciones muy cerradas, en las que se hace complicado muchas veces entrar con las piezas en el campo rival, a continuación describiré algunas fortalezas con pocas piezas por cada bando.

  • Torre contra alfil:

El resultado general de este final es el de tablas, salvo que el rey débil pueda ser encerrado en una banda. Incluso en esta situación potencialmente peligrosa, se puede construir una fortaleza si el rey del bando débil se dirige a uno de los rincones del color contrario al del alfil. (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pág. 270.)

El alfil puede hacer viajes de ida y vuelta a las casillas b8 y a7. Los temas de rey ahogado impiden al bando fuerte lograr la victoria.


  • Torre contra caballo:

El resultado general de este final es el de tablas, salvo que el rey y el caballo del bando débil se separen o en alguna posición concreta con el rey débil atrapado en un rincón y el caballo se halle sin casillas. En caso de que el rey débil y el caballo no puedan reagruparse, es muy probable que el rey y la torre puedan encerrar el caballo y ganar la partida. (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pp. 256-258.)

  • Dama contra torre y peón:

En general, el final de dama contra torre lo gana el bando con la dama. La presencia de un peón en el bando débil puede tener importancia. Es posible construir fortalezas si el peón está en su casilla inicial (salvo si está en las columnas de torre) o si está en las columnas de caballo (b o g), siempre que la torre y el rey estén junto al peón. (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pp. 333-337.)

El blanco únicamente debe mover la torre entre f3 y h3 para asegurar el empate y es imposible dejar en situación de zugzwang al bando débil.

  • Dama contra dos alfiles:

En este final, normalmente el bando con la dama puede desnivelar la partida a su favor, aunque existe una fortaleza, válida en las cuatro esquinas del tablero, descrita por G. Lolli en el siglo XVIII, con la que el bando con los dos alfiles puede obtener el empate. El rey y los alfiles crean una barrera (que no puede ser rota por zugzwang) que impide al rey y a la dama contrarios progresar hacia la victoria. (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pág. 341.)

Fortaleza descrita por G. Lolli (1763).

  • Dama contra alfil y caballo:

Como se describió anteriormente, en esta situación normalmente el bando con la dama se lleva la victoria. Únicamente si el bando con el alfil y el caballo logra una posición como la descrita en la introducción de este artículo puede salvarse de la derrota.

  • Dama contra dos caballos:

Viendo los dos casos anteriores, resulta curioso que el resultado normal de este final, según las bases de datos, sea el de tablas, siempre que el rey y los caballos se encuentren juntos y en unas posiciones razonables. El bando defensor debe tener como objetivo lograr una posición como la siguiente, con los caballos uno junto al otro y el rey a su alrededor (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pág. 339.):

Fortaleza

  • Torre y alfil contra torre:

El resultado normal de este final, con un juego correcto por ambas partes, es el de tablas. Ahora bien, en la práctica se logra muchas veces la victoria porque la defensa suele requerir mucha precisión. Dos ejemplos recientes se pueden extraer de las partidas Tierraseca Montero, P. – Fernández Barrera, V. (Campeonato de Castilla-La Mancha por Equipos 2017) o en Grischuk, A. – Nakamura, H. (Paris Grand Chess Tour, 2017), en las que el bando con la torre y el alfil logró la victoria. Mirando mis partidas, he visto que he jugado únicamente una vez este final, con el bando débil, allá por el año 2002. A continuación, dejo una posición importante de aquella partida:

El negro acaba de jugar 84…Re3.

Si el blanco no hace nada, su rey acabará confinado en la banda y pronto llegará la derrota. Por suerte para mí, conocía uno de los métodos defensivos y logré escapar con un empate jugando 85.Te2+. Este truco de ahogado permite al blanco liberar a su rey de la banda.
Otro método defensivo que existe en estos finales consiste en clavar el alfil rival con la torre, obligando al rey a defender al alfil (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pp. 299-300.).

Defensa de Cochrane.

  • Torre y caballo contra torre:

Como en el caso anterior, el resultado más común para este final es el de tablas. Además, con esta distribución de piezas es mucho más difícil presionar para intentar ganar que en el caso de torre y alfil contra torre. Únicamente en la situación de que el rey débil esté encerrado cerca de un rincón puede haber peligro (Fundamental Chess Endings. K. Müller, F. Lamprecht. Ed. Gambit. 2001. Pp. 295-297.).


  • Posiciones curiosas

Para terminar esta sección, lo haré con un caso curioso. En el final de dos alfiles contra caballo, Kling y Horwitz describieron una posición que, durante 130 años, fue considerada como una fortaleza, hasta que las bases de datos probaron que el bando con los dos alfiles podía romperla con maniobras sutiles.

Kling y Horwitz. 1851. Secretos de los finales de piezas menores. J. Nunn. 2000. Ed. Paidotribo. Pp. 289-306.

Pese a su evaluación errónea de la posición anterior, Kling y Horwitz tuvieron un gran mérito, ya que propusieron el esquema en el que el rey y el caballo oponen una mayor resistencia a la potencia de fuego de los dos alfiles sin contar con los recursos de los que disponemos en la actualidad. Existen muchos más tipos de fortalezas aumentando el abanico de piezas disponible para ambos bandos. Incluso hay algunos finales, especialmente los de alfiles de distinto color, con los que se podría hacer un artículo monográfico sobre este tema. Por razones de extensión, no profundizaré más por el momento en este asunto, dejando abierta la posibilidad de hacer otro artículo que lo continúe.

Conclusión:

  • Las fortalezas pueden ser un recurso defensivo interesante cuando nos encontramos en posiciones inferiores, por lo que debemos estar alerta a estas posibilidades.

  • Por otro lado, cuando nos encontramos en el bando con ventaja también debemos estar atentos, para evitar que nuestro rival consiga un esquema defensivo inexpugnable.